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viernes, 11 de enero de 2013

De las compras por Internet y otras yerbas III: ¿A quién le compro?

Siguiendo con la serie iniciada el año pasado, me gustaría en primer lugar disculparme por haber abandonado el blog y el tema en particular. Recientemente tuvimos el agrado de asistir a un seminario precisamente de compras por Internet, lo cual fue muy instructivo y le sacamos mucho provecho. Y como creemos en eso de que no podemos "retener el conocimiento", si bien tuvimos que pagarlo, queremos que más gente se beneficie, por eso lo pondremos a su alcance gratis en esta serie.

Bien, hace poco tiempo salió un "informe" en un periódico local hablando justamente del tema, y de cómo había un alto riesgo de ser "estafado".  La información que pusimos al alcance del "periodista" le entró por un oido y le salió por el otro. Obviamente, el objetivo era uno: Generar una histeria colectiva sobre el "cuco" de comprar en línea porque "él fue estafado". ¿Cómo que estafado? No lo dijo. Tampoco dijo quién o qué sitio le estafó, ni en qué monto, ni por qué. Ni si pagó por un artículo y no se lo entregaron, o qué. Este artículo tiene como objeto informar y mostrar algo que por experiencia sabemos que es seguro si se hace bien. Así que convengamos una cosa: comprar en línea es lo mismo que comprar en cualquier otra parte. Con la salvedad que el pago es electrónico y la entrega del producto puede que no sea inmediata. Si estás comprando algo intangible, como por ejemplo, un programa, o una plantilla para un sitio que estés diseñando, en fin, software, es probable que ni bien se confirme el pago del producto se te envíe a una página de descarga para "entregártelo". Pero si el bien en cuestión es tangible, esto es un artículo con un tamaño y peso, el tema cambia. Generalmente los websites te dan a elegir cómo querés que te envíen el producto: Via correo express, que a menudo tiene un cargo extra, o via correo normal, que si bien a veces no tiene costo, o el costo es mínimo, la espera puede ser larga. Y por larga, estoy hablando de hasta 2 MESES. Eso sí, llega a tu puerta. Habiendo dejado esto sentado, en claro, la pregunta es ... ¿a quién le compró el "parodista"? ejem, perdón , ¿el "periodista" el artículo que según él, le estafó? Lo mismo que en la vida real, tenés que mirar MUY BIEN a quién le estás comprando. Decime algo, si ves una tienda que tiene una vidriera desvencijada, carteles de cartón mal cortados escritos a mano y encima, con faltas de ortografía... ¿le comprarías algo? ¿le darías tu número de tarjeta? NO.

La elección del proveedor es tan importante como la selección del producto que estamos adquiriendo. ¿Quién es el vendedor? ¿Tiene referencias? ¿Cuáles son las calificaciones?  En sitios como Mercadolibre esto es posible de averiguar según la reputación del vendedor. Ahora si ves que el vendedor ti enen muchas calificaciones negativas (o varias, no digamos muchas) en las que la gente se queja de que el producto no es entregado o se lo entrega en malas condiciones... ¿te inspira confianza? ¿O sólo mirás que el tipo vende el producto 50 mangos más barato que en otros lados? Otro sitio similiar es Ebay. Pero convengamos algo, si bien en Mercadolibre un tipo con 700 calificaciones positivas es un "grosso", un "supervendedor", en Ebay es un vendedor principiante.

Entonces, queda claro que tenemos que ver bien a quién le compramos. Otra cosa distinta son las webs que venden productos y se responsabilizan de la venta, como lo es Focalprice.com, DX.com, etc. Son sitios en los cuales luego de registrarnos podemos comprar con plena confianza desde una linterna de camping, un adorno navideño, a una tablet. Eso sí, para que el usuario tenga una idea de la calidad, o prestaciones del artículo, tiene un foro muy activo y una encuesta por cada artículo, para que cada uno exprese su conformidad o disconformidad con el producto. ¿Querés más? ¿Cómo es posible que se "estafe" a alguien con semejantes garantías? ahora, si vos entrás en un sitio de baja reputación y negociás con gente de este tipo, la probabilidad de ser estafado sube exponencialmente, porque la probabilidad de que sean un tonto también subió.

No debemos confundirnos: Negociar online es muy similar a negociar en la vida real. Si le negocias con alguien sin escrúpulos, es probable que te estafen. Pero si sigues los canales más adecuados, estoy seguro que podrás disfrutar de una experiencia única y te abrirá los horizontes.


Gracias por leer, espero comentarios y próximamente escribiré otro artículo con más detalles.

Saludos

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